Alice in Chains - Black Gives Way to Blue

El mundo del rock te da revanchas, pero no siempre las bandas salen ganando. En algunos contados casos resucitar una maquinaria tan potente como Alice in Chains resultaría como un negocio desalentador y poco confiable, debido, especialmente, a que el grupo retorna tras varios años de ausencia y sin Layne Staley, su desaparecido cantante, muerto hace varios años. Por eso la aparición de “Black gives way to blue”, el primer disco de la agrupación con el cantante William DuVall, es una maraña de emociones encontradas, un conflicto interno en el que la razón y la pasión se agarran a puñetazos.



Una de las bandas más interesantes que tuvo Estados Unidos en la primera mitad de los noventa dejó una discografía tan enigmática y atractiva que bien hubiera podido quedar como documento de una de las pocas bandas de culto del llamado movimiento grunge, pero el guitarrista Jerry Cantrell decidió continuar con su criatura tomando la decisión de suplir una presencia tan importante como la de Layne Staley, poseedor de un carisma y presencia espectacular, con la de un sustituto dueño de una voz descaradamente parecida.

El nuevo disco de Alice in Chains mantiene el nivel de sus placas anteriores, por la densidad del sonido de sus filosas guitarras y esas demoniacas construcciones armónicas en las voces, que sabían labrar Cantrell y Staley en discos tan lúgubres como “Dirt” o “Jar of Flies”; sin embargo, ahora el sonido de la banda estadounidense post 9/11 resulta depresivo, pero ya no es tan peligroso como cuando el ahora ausente Layne tomaba el micrófono y desgarraba con voz y actitud.

“Black Gives Way to Blue” posee momentos de densidad, poder y emoción, como en “Check my Brain”, el tema con el que Alice In Chains ha reaparecido en los charts, con esas hipnóticas guitarras en circulo que son marca registrada de Cantrell, con una ejecución inquebrantable de Sean Kinney y Mike Inez, que sostienen la tensión bajo/batería de sus mejores épocas; mientras que “Your Decisión” es una acústica revisión de su pasado, un ejercicio de regresión, y “A Lookin in View” es un viaje directo a lo más nocivo del hard rock de esta banda.

Si bien el disco mantiene un equilibrio, es cuestionable el hecho de que hayan buscado simplemente un reemplazo en la voz de Staley y dejar de lado la posibilidad de ver qué otras capacidades podría ofrecer William DuVall, quien demuestra su poder en “Private Hell”, una soberbia interpretación que denota los niveles que posee el nuevo vocalista. El cierre del disco es con una solemne canción que lleva el título del disco, “Black Gives Way to Blue”, dedicada a Staley, en la que participa Elton John en el piano; una colaboración impensada por los fans de la banda. 14 años después de un importante bajón en su trayectoria, Alice in Chains afronta el nuevo milenio con un puñado de canciones que aportan al mito y nos hacen mirar atrás con mucha nostalgia.

Alice in Chains Rules!!